Por Jhoan Hernández
Hoy asistimos a la conmemoración del 202 aniversario del natalicio del padre de la patria, Juan pablo Duarte un Dominicano sin paralelos en la historia de la humanidad, nació en la Zona Colonial de Santo Domingo el 26 de enero de 1813, es indudable que hoy la dominicanidad está de fiesta y la patria está contenta, pues aunque siempre hay somos de querer mancillar este suelo, la tierra de Duarte se yergue serena en el horizonte.Que al momento de fundar la trinitaria Duarte tuviera apenas 25 años es un acontecimiento que no podemos dejar pasar por alto, es una muestra de que la actitud inmediatista que suele tener lugar en la vida de nuestros jóvenes, más que la regla es la excepción, hay posibilidad de hacerlo mejor, hay que planificarse y emprender lo heroico, el mayor ejemplo nació hace 202 años y su legado esta tan vigente que a pesar del tiempo la patria por la que luchara es una realidad insustituible e insoslayable en el concierto de naciones del mundo.
Jóvenes de mi país, veamos en Duarte lo que él siempre trato de mostrarnos, veamos la actitud férrea, la decisión firme, el corazón valiente, su inquebrantable objetivo trinitario y su amor por la patria, es indudable que esos valores nos invitan a ser cada vez mejores ciudadanos y nos comprometen hoy más que nunca a defender con gallardía y entrega la patria que nos vio nacer.
Como personas preocupadas por la actualidad y el futuro del país, lo mínimo que debemos hacer en momentos de tanta presión internacional, hechas a partir de juicios infundados sobre estas tierras, es dar el primer paso y asumir la primera línea ante cualquier escenario en el que se pretenda mancillar el honor o socavar la nacionalidad que hoy exhibimos ante el mundo llenos de orgullo y fervor patriótico.
Dominicanos, convencido de que podemos hacer más por Moca y por el país, me permito dejarle entre estas líneas la siguiente reflexión: en una ocasión dijo el libertador Simón Bolívar “Dios concede la victoria a la constancia” es un planteamiento sin desperdicios, quien niega la constancia, tenacidad, entrega, dignidad y el honor de Duarte, hoy reitero mi inscripción, lleno del convencimiento imprescindible y con sobrada lealtad patriótica entre quienes entendemos que hoy cobra su mayor vigencia la legendaria frase del patricio que reza “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón, conspiran contra la salud de mi patria” Jhoan Hernández
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